Desarrollo: Obsidian
Formato: 1 DVD
Esas decisiones no se limitan a elegir un camino, o una opción, en un momento dado y evidente. Cada pequeña decisión y opción va haciendo que nuestra situación vaya tendiendo hacia un punto, que nuestras relaciones con el resto de "actores" del juego vayan cambiando y evolucionando, y que la historia vaya hacia un camino y el mundo que nos rodea, con el que interactuemos, evolucione acorde. La medida en que el juego cambia con cada pequeña decisión o situación se puede comprobar cargando copias de una partida guardada y haciendo las cosas diferente en cada una de ellas, algo que ya nos mostraron en su día.
En cada conversación con los otros personajes del juego no elegimos qué decimos, sino el tipo de cosa que decimos, y eso hace que cada diálogo, ya sea en persona o a distancia, evolucione hacia un desenlace diferente y un tipo de relación diferente con cada personaje. Esto se indica con estadísticas de relación con cada personaje, como en todo buen juego de rol, pero se nota sobre todo a la hora de abordar las situaciones, de obtener información sobre a dónde ir o cómo continuar. El acierto de los desarrolladores es que obviamente el tipo de situaciones y desenlaces es limitado, pero el jugador nunca tiene esa impresión.
El juego está muy bien hecho en este sentido y todo parece que se desarrolla con naturalidad, sin que podamos identificar la mayoría de las veces unos desencadenantes claros para que una cosa pase como queramos que pase. Aparte, cada personaje tiene una forma de ser diferente, por lo que las mismas actitudes no funcionarán con todos. Si queremos caer bien a todo el mundo no basta con ser siempre complacientes o ingeniosos. A algunos personajes les gustará que seamos firmes o agresivos, a otros que seamos directos a la hora de hablar, mientras que otros valorarán la la sobriedad y el pragmatismo. Cuando elijamos una respuesta con efecto sobre el interlocutor, el juego nos indicará instantáneamente si mejora o empeora nuestra reputación con él.